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Esto es así en el caso de las medidas en las que era necesario un alto grado de
implicación de la población, como las aplicaciones de rastreo. Por un lado, hay
que entender que en la mayoría de los países de la región, una buena parte de su
población no tiene acceso a una estructura digital confiable, a pesar de los esfuerzos
de los gobiernos por llevar este servicio a toda la población. Manifestaciones de esta
desigualdad fueron evidentes al implementarse las clases a distancia, las cuales
requerían que los alumnos tuvieran acceso a internet y a dispositivos informáticos para
tomar las clases.
Para el caso, el acceso a internet en los países estudiados es disímil y en algunos casos,
aún es bajo. En Argentina, por ejemplo, del total de la población, el 82.9% cuenta con
acceso a internet; mientras que, en Bolivia, es el 44.2% el porcentaje de la población
con acceso a internet. Por su parte, Brasil tiene un porcentaje de 79%, mientras
que en Colombia, Ecuador y El Salvador, el porcentaje es de 64.6%, 59.2% y 59%,
respectivamente.72
No obstante, en este contexto de emergencia, hubo esfuerzos por parte de los operadores
de telefonía por ayudar a superar los desafíos de conectividad, mediante distintas
actividades como el incremento de la velocidad de internet sin costo para los usuarios
y las alianzas con Ministerios de Educación de algunos países para la implementación
de plataformas educativas.73 La eficacia de tales actividades deberá ser evaluada en un
futuro.
Respecto del criterio de finalidad, existe un dilema que debe ser abordado
inmediatamente. Es cierto que las aplicaciones estudiadas hacen alusión (unas mejor
que otras) a la finalidad para la cual se solicita a una persona que otorgue sus datos
personales. Esto estaría bien si sólo se evaluara si la aplicación cumple con ese requisito
y si, además, todas las aplicaciones pidieran los datos estrictamente necesarios para esa
finalidad. Sin embargo, la aplicación por sí sola no resuelve el problema del avance del
virus; más bien, es una herramienta; y, como tal, debería ser parte de una estrategia de
salud más amplia. En este sentido, una de las principales críticas a estas aplicaciones es
que no se explica a la población cómo esta herramienta forma parte de una estrategia
de combate más amplia. Esto podría limitar que más gente se comprometa con la
medida; ya que entre más información tenga la población, mayor seguridad tendrá del
por qué está cediendo sus datos.
Otro aspecto sobre la finalidad, ligado a lo explicado anteriormente, se refiere a la
proliferación excesiva de aplicaciones, que muchas veces ofrecen finalidades que se
72 https://covid.alsur.lat/es/
73 https://www.thedialogue.org/blogs/2020/07/desafios-de-conectividad/?lang=es
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