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El Año Nuevo en
Georgia
Es una celebración llena de misticismo y tradición, con raíces que se remontan al siglo XIV. Durante este período, se
perfeccionaron numerosas costumbres y rituales que han perdurado a lo largo de los siglos, convirtiendo la llegada del nuevo año
en una experiencia única. Es esencial destacar la importancia tradicional de honrar a San Basilio el Grande el 1 de enero en Georgia.
De manera simbólica, se hornean "cubos de albahaca" con forma humana, agregando un toque distintivo a la celebración. La
mayoría de la población georgiana opta por recibir el Año Nuevo en compañía de seres queridos, preparando mesas perfectas con
platos y dulces tradicionales. Entre los imprescindibles se encuentran el satsivi, khachapuri, gozinak y churchkhela.
Desde el oeste de Georgia, se difunde el árbol de Navidad ritual conocido como "Chichilak". Este peculiar adorno está compuesto
por burbujas de madera talladas en un palo de nogal, representando la barba de San Basilio el Grande. "Chichilak" se sirve con
diversas frutas y dulces, añadiendo un toque festivo a la celebración.
La Nochevieja se asocia al árbol de Navidad, simbolizando la utilización de la energía solar y permaneciendo verde en todas las
estaciones. Esta maravillosa tradición, transmitida de generación en generación durante más de un siglo, inspira a la gente a decorar
los árboles con los juguetes más originales y sofisticados.
El protagonista principal del día es "Mekle", seleccionado previamente con grandes expectativas. Mekle entra con regalos y
pronuncia en tono solemne: "Mete mi pie, Dios tenga piedad de mí. Mi pie es la huella de un ángel". Invitado a la mesa, se brinda
con la canción de fondo "Mravalzhamieri", expresando gratitud por el año viejo y deseando paz para el año nuevo.
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