Biblia Inspira NTV - Flipbook - Page 22
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G é n e s i s 3
del fruto de cualquier árbol del huerto, 17 excepto del árbol del conocimiento
del bien y del mal. Si comes de su fruto, sin duda morirás».
18 Después, el Señor Dios dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Haré
una ayuda ideal para él». 19 Entonces el Señor Dios formó de la tierra todos los
animales salvajes y todas las aves del cielo. Los puso frente al hombre* para
ver cómo los llamaría, y el hombre escogió un nombre para cada uno de ellos.
20 Puso nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a
todos los animales salvajes; pero aún no había una ayuda ideal para él.
21 Entonces el Señor Dios hizo que el hombre cayera en un profundo sueño.
Mientras el hombre dormía, el Señor Dios le sacó una de sus costillas* y cerró
la abertura. 22 Entonces el Señor Dios hizo de la costilla a una mujer, y la presentó al hombre.
23 «¡Al fin! —exclamó el hombre—.
¡Esta es hueso de mis huesos
y carne de mi carne!
Ella será llamada “mujer”*
porque fue tomada del hombre».
24 Esto explica por qué el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su
esposa, y los dos se convierten en uno solo.
25 Ahora bien, el hombre y su esposa estaban desnudos, pero no sentían
vergüenza.
El hombre y la mujer pecan
La serpiente era el más astuto de todos los animales salvajes que el Señor
Dios había hecho. Cierto día le preguntó a la mujer:
—¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de los
árboles del huerto?
2 —Claro que podemos comer del fruto de los árboles del huerto —contestó
la mujer—. 3 Es solo del fruto del árbol que está en medio del huerto del que
no se nos permite comer. Dios dijo: “No deben comerlo, ni siquiera tocarlo; si
lo hacen, morirán”.
4 —¡No morirán! —respondió la serpiente a la mujer—. 5 Dios sabe que, en
cuanto coman del fruto, se les abrirán los ojos y serán como Dios, con el conocimiento del bien y del mal.
6 La mujer quedó convencida. Vio que el árbol era hermoso y su fruto parecía
delicioso, y quiso la sabiduría que le daría. Así que tomó del fruto y lo comió.
Después le dio un poco a su esposo que estaba con ella, y él también comió. 7 En
ese momento, se les abrieron los ojos, y de pronto sintieron vergüenza por su
desnudez. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse.
8 Cuando soplaba la brisa fresca de la tarde, el hombre* y su esposa oyeron al
Señor Dios caminando por el huerto. Así que se escondieron del Señor Dios
entre los árboles. 9 Entonces el Señor Dios llamó al hombre:
—¿Dónde estás?
10 El hombre contestó:
—Te oí caminando por el huerto, así que me escondí. Tuve miedo porque
estaba desnudo.
11 —¿Quién te dijo que estabas desnudo? —le preguntó el Señor Dios—.
¿Acaso has comido del fruto del árbol que te ordené que no comieras?
12 El hombre contestó:
—La mujer que tú me diste fue quien me dio del fruto, y yo lo comí.
13 Entonces el Señor Dios le preguntó a la mujer:
—¿Qué has hecho?
—La serpiente me engañó —contestó ella—. Por eso comí.
3
2:19 O Adán; igual en todo el capítulo. 2:21 O sacó una parte de su costado. 2:23 En hebreo el término
para «mujer» (isha) suena como el término para «hombre» (ish). 3:8 O Adán; igual en todo el capítulo.